En las escenas iniciales de Parque Jurasico, la muerte de un entrenador de dinosaurios—mutilado por un Velociraptor, trágico—provoca una investigación sobre la seguridad del parque. Un abogado asustado, que representa a los inversores del parque, viaja al Caribe para reunirse con John Hammond, la mente maestra del parque, solo para que Hammond le deje plantado. «¿Hammond ni siquiera puede molestarse en verme?» pregunta el abogado al proxy de la mente maestra. «Hammond odia las inspecciones,» explica el proxy, «retrasan todo.» Nos encontramos con Hammond en la siguiente escena. Se presenta como un visionario afable, pero ambicioso y dispuesto a tomar atajos para realizar esa visión. En esta escena, por ejemplo, Hammond está intentando comprar a dos paleontólogos para que visiten el parque temático y le den el visto bueno, lo que tranquilizaría a los inversores y aseguradores del parque. Al final de la película, vemos a Hammond y su visión por lo que siempre era: peligrosa, temeraria y egoísta.
La película se reestructura en nuestro juego de realidad moderno. Fuera de la pantalla, los inversores sin rostro ven dólares en un pedazo de tierra. En la película, los inversores son de The InGen Corporation. En nuestro caso, es William Bruce Harrison, vástago multimillonario de una familia petrolera de Texas. No se ha escuchado ni un pío, ni se ha visto ni un cabello de este inversor principal de Suffolk Downs. ¿Dónde está Bruce?
En la BPDA, tenemos a nuestro abogado asustado. Este está para brindar supervisión, pero se enfrenta con una tarea demasiada grande. En una audiencia reciente con el Concejo Municipal, Lydia Edwards, representante de East Boston, expresó esta frustración con la BPDA: «No quiero tener una conversación más detallada, porque siempre resultan sin respuestas. Eso es lo que encuentro constantemente. Lo que está escuchando en mi voz es total y total frustración.» Lydia continuó: «¿Quién de su personal supervisa si se cumple o no con [sus] valores fundamentales?» Sin respuestas.
En la última reunión pública sobre Suffolk Downs antes del cierre causado por COVID, la falta de control de la BPDA se puso de manifiesto. El director del proyecto de Suffolk Downs, Tom O’Brien, estaba hablando mal a un miembro del público que había expresado su preocupación por el proyecto. Incómoda con el tono, la BPDA trató de arrebatar el control: «Esta es mi reunión. Esta es la reunión de la BPDA.» En vano. Tom continuaba hasta la última palabra.
HYM
BPDA
Más bien, el proyecto está firmemente en las manos de HYM Investment Group y Tom O’Brien, nuestro John Hammond. O’Brien, como Hammond, es amigable hasta que se le presione, hasta que se le posponga, o hasta que le oponga. Jurassic Park fue el producto del ego de Hammond. Un proyecto narcisista, estaba condenado a fallar en su supuesto objetivo: dar la bienvenida a los demás, ser un lugar para los demás, llevar alegría a los demás. Lo mismo ocurre con Suffolk Downs: si el objetivo fuera realmente construir un vecindario en East Boston, veríamos más de East Boston en el vecindario. Veríamos casas y unidades de alquiler que nuestros vecinos y familias pudieran pagar. Veríamos un fondo para mitigar el desplazamiento que se está produciendo actualmente en nuestro barrio. Veríamos una construcción que no agregara emisiones de carbono a nuestro aire ya cargado. Veríamos un plan que preservara nuestra ecología local. Veríamos un comercio que privilegiara nuestros negocios locales. Veríamos el espacio público administrado públicamente de manera que se preservaran nuestros derechos de expresión y asamblea. Y veríamos estas cosas porque participaríamos en su creación. Jurassic Park fue construido de forma furtiva e imprudente por un pequeño equipo que gestionaba enormes responsabilidades. PUEBLO y la comunidad de East Boston se oponen a tal forma de construcción. Estamos listos para negociar un acuerdo de beneficios comunitarios que asegurará el éxito de Suffolk Downs. Estamos listos para supervisar el uso del espacio. Estamos aquí para asumir la responsabilidad de construir una comunidad, porque eso es lo que siempre hacemos.
